De la voz al valor generado: Un modelo sistémico humanista de cultura organizacional

De la voz al valor generado: Un modelo sistémico humanista de cultura organizacional

Cultura

Actualmente, la transformación cultural ha evolucionado hacia un ecosistema orgánico, donde cada componente sostiene a los demás: autenticidad, cuidado y bienestar, propósito, desarrollo, agilidad, tecnología, inclusión e innovación forman un engranaje interdependiente y coexistente capaz de impulsar resultados sostenibles.

Todo comienza con la autenticidad radical y el Speak Up, cuando las organizaciones despiertan una cultura donde las personas se sienten seguras para expresar preocupaciones, ideas o errores, la transparencia deja de ser un discurso y se convierte en acción, han institucionalizado canales de voz, con liderazgo que escucha y actúa, y por tanto reportan aumentos de más del 20 % en la confianza, que en últimas se refleja en los resultados.

Esa apertura activa genera un entorno de bienestar real, dando pie a una organización que integra salud mental, flexibilidad y respaldo humano que no solo reduce el burnout, sino que obtiene trabajadores un 82 % más productivos y 95 % más comprometidos, en donde el Speak Up vuelve a jugar un rol central: hablar a tiempo sobre bienestar previene crisis colectivas.

Con confianza y bienestar, se sientan las bases humanas necesarias para imprimir un propósito vivo. Ya no se trata de un slogan bonito, sino de una brújula diaria que se convierte en guía al alinear cada rol y decisión con objetivos superiores, y el Speak Up funciona como radar: detecta inconsistencias y fortalece la coherencia cultura-operativa, que es en últimas lo que se vive día a día.

Cuando el propósito está vigente, florece el desarrollo interno, en donde las organizaciones invierten en upskilling, reskiling y movilidad interna alineando así talento con propósito; de hecho, más del 80 % de las empresas prefieren, ante la dinámica de mercado actual, desarrollar talento desde dentro de su organización en lugar de contratar externamente o traer nuevos colaboradores. Cabe anotar que en este contexto, el desarrollo fortalece el compromiso y nutre la agilidad cultural.

Es así como ese talento preparado activa un liderazgo distribuido y ágil, con equipos empoderados, ágiles y autónomos (porque se tiene confianza cimentada),  que pueden responder con velocidad a los desafíos demandados por el contexto y el día a día y en donde la tecnología (IA, plataformas híbridas, workplace tools, entre otras) no es un fin, sino un canal para potenciar decisiones humanas, es decir se pasa al concepto de amplitud en lugar de una adopción de lo artificial. En este contexto, al automatizar tareas operativas, se liberan recursos mentales, reportando ahorros semanales de hasta 3,3 horas por persona que se pueden invertir en el crecimiento organizacional.

Bajo esta visión, la inclusión genuina es la norma, no el impulso de una iniciativa que llega por moda, necesidad o estrategia, ya que no basta con sumar diversidad: hay que amplificarla y entenderla en contexto, definiendo incluso que es diversidad, equidad e inclusión en el marco organizacional y escuchando a las personas que pueden mostrarnos un panorama muy heterogéneo de lo que consideran DEI y como la sienten y la viven para hacerla crecer, entendiendo que equipos que vivan bajo esta forma de trabajar rinden hasta 2,5 veces más y aportan innovación real; en donde con espacios seguros para hablar, esa diversidad se expande.

Cuando estos factores convergen, surge la innovación sistémica, un efecto que podemos incluso llamar colateral, en donde no se trata de momentos aislados, sino de un flujo constante de nuevas ideas, prototipos, aprendizajes rápidos y adaptación, en un entorno sistémico para competir y crecer sin fricción, en donde la confianza crea un escenario que se retroalimenta y se nutre constantemente, más en estos momentos de incertidumbre y tensión, en el que los seres humanos buscamos mayor certeza y tranquilidad.

El engranaje sistémico en acción

TCO sistemico
Cada paso refuerza al anterior y prepara el terreno para el siguiente, si uno falla, todo puede desmoronarse y si uno crece, el impacto es exponencial.

Un ejemplo de éxito: Copeinca y su cultura optimista

Copeinca, a quien acompañamos ya hace algunos años en la cimentación de su proceso de Transformación Cultural tras una fusión por adquisición, es la pesquera industrial más grande del Perú y el camino que ha desarrollado a nivel de su forma de ver la organización y vivir sus formas de trabajar ilustra cómo este sistema puede funcionar en terreno real.

A la par de trasegar un largo proceso para formalizar su fusión, misma que concluyó en abril de 2024, Copeinca ha trabajado fuerte en consolidar su cultura alrededor de valores como colaboración, pasión, excelencia, respeto y resiliencia, mismos que han ido evolucionado a lo largo de los años. A ello, lo acompaña un Speak Up y autenticidad institucionalizada, que permitió recibir, validar y responder desde las distintas zonas operativas lo que reflejaba a nivel de comportamientos deseados y observables cada valor, impulsando desde el inicio un diálogo fluido y directo con todos los Stakeholders.

Ese ambiente de honestidad, transparencia y respaldo facilitó un bienestar estructurado, impulsado desde la dirección, en donde se promovieron temas como: educación básica vía programa CRECER, institutos asociados para formación continua, seguridad laboral y “espacios de respiro” dentro de la operación diaria de la flota, buscando y promoviendo siempre un entorno de relaciones laborales saludables en todos los ámbitos.

En este contexto, el propósito corporativo evolucionó y ganó vida: “Trabajamos con optimismo para nutrir a las personas y cuidar el planeta en todas nuestras acciones, en cada embarcación y sede, así como en cada uno de nuestros productos.” Ese propósito que nació originalmente bajo una estructura similar y que a hoy ha ido tomando nuevas formas alineándose al contexto y dinámica del negocio alimenta proyectos de sostenibilidad como: voluntariado “Remando Juntos”, gestión ambiental, reportes GRI y certificaciones internacionales (ISO 14001, Friend of the Sea…, etc.).

Como parte del fortalecimiento de la cultura y en el marco de una mejora continua, el propósito y aprendizaje interno se conectaron con el desarrollo del talento: movilidad, liderazgo por competencias, roles expandidos dentro de la misma organización, entre otros, ha creado un marco de agilidad en un entorno real, gestada desde la base (con la participación de todos y cada uno de los colaboradores desde un inicio, a través de un modelo de fuente invertida) y guiada por líderes que emergen de la operación, con el soporte de los líderes de primera línea.

A la par, la tecnología ha dejado de ser una herramienta marginal para convertirse en un motor real de agilidad cultural, han implementado business analytics, automatización robótica de procesos (RPA) y soluciones en la nube, bajo un modelo OPEX, además de contar con equipos internos que adoptan metodologías ágiles respaldadas por una PMO y procesos de ciberseguridad. Este enfoque permite tomar decisiones más rápidas, optimizar operaciones y liberar tiempo para la innovación, integrando la tecnología de forma estratégica y humana en el entorno de una cultura sistémica.

En este contexto y como parte integral del proceso, la inclusión ha sido parte del ADN: operaciones diversas por región, género, formación y roles, todos escuchados con canales de Speak Up abiertos y disponibles a la mano, sumando también el apoyo a comunidades locales gracias a las APRO (modelo asociativo comunitario), vinculadas a la industria pesquera peruana, donde Copeinca juega un rol protagonista.

Finalmente, esa integración sistémica de la cultura, impulsada por un propósito legítimo y compartido por todos, en donde la confianza y el compromiso son factores exponenciales, produce innovación sistémica, en donde no solo mejoraron procesos productivos, sino que Copeinca pasó a liderar proyectos urbanos, ambientales y sociales con visión de futuro, sustentando su liderazgo en el sector y haciendo eco al propósito que persigue, volviéndolo así tangible y con impacto en múltiples niveles.

¿Quieres replicarlo?

Viendo lo que en la realidad se puede lograr con este modelo sistémico, te invitamos a ponerlo en marcha en tu organización, el camino es claro:

  • Activa Speak Up con rituales formales e informales.
  • Centraliza el bienestar como propósito operativo.
  • Materializa el propósito en cada rol y decisión, vuélvelo real y legítimo.
  • Prioriza el desarrollo del talento interno.
  • Integra agilidad con liderazgo distribuido y tecnología éticamente implementada.
  • Garantiza inclusión real a través de escucha y acciones visibles, escuchando a las personas, no ideando sobre teorias.
  • Fomenta la innovación continua a través de prototipos, experimentación y detección temprana de oportunidades.

Con Copeinca se demuestra que este sistema no es teoría, es una cultura viva, alineada, resistente y con un impacto real: en la gente, la organización y el entorno donde opera, transformando así a la sociedad y a la organización a través de las personas.

Tres60 Consultores


En Tres60 acompañamos la construcción de culturas organizacionales fuertes y sistémicas.

Transformar la cultura no es solo un cambio de palabras: es un cambio real en cómo se vive, siente y actúa la organización. En Tres60 llevamos más de una década acompañando a empresas en la construcción de sistemas culturales sólidos que conectan Voz, Bienestar, Propósito, Talento, Agilidad, Inclusión e Innovación.

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